“Este es Tumaco la tierra de mis amores donde el negro enamora la negra al son de los tambores” son versos de algunas de las estrofas de las canciones del tumaqueño Jorge Gustavo Torres Moreno “Misterioso el más Corrompido” para referirse a su ciudad natal y exaltar los encantos de este mágico refugio natural encallado en la cuenca del Pacífico Colombiano; está tierra alberga una historia antigua donde las leyendas cobran vida y le dan e este puerto un aire mágico. Tumaco está ubicado en el extremo suroccidental del Departamento de Nariño, en lo que se conoce como la llanura del Pacífico y está formado por las islas Tumaco, la Viciosa y el Morro las cuales se comunican por un viaducto.
San Andrés de Tumaco cuenta con una sabiduría milenaria encerrada en la cultura de los tumacos los cuales tienen su origen en la tradición olmeca, una cultura de Mesoamérica, embrión de las civilizaciones Aztecas y Mayas; los tumacos ocuparon esta región desde tiempos inmemorables, incluso antes que el reloj de la humanidad empezara a contar nuestros días de allí que son considerados una de las primeras sociedades precolombinas que habitaron el territorio colombiano. En las playas tumaqueñas se escuchan leyendas que cuentan historias de conquistadores y corsarios personajes que siempre han estado presentes en la fantasía de los seres humanos.
Durante la colonia los españoles obsesionados por la búsqueda del Dorado establecieron sus centros de poder donde encontraban minas de oro; cuanta la historia que el primer español en pisar suelo tuamqueño fue el adelantado Pascual de Andagoya quien arribo a sus costas en 1522 quien describió a los nativos como una sociedad avanzada en artes manuales y resalto sus adornos de oro; pero la Perla del Pacífico hallo su propia identidad. Hoy esta tierra alegre, solidaria, pujante y amable con el forastero reclama su lugar en la historia; Tumaco es un incomparable destino turístico acto para el descanso y así alejarse de las ruidosas ciudades del interior además su condición de puerto la convertirá hacia el futuro en uno de los más importantes escenarios comerciales de Colombia debido a que hoy al igual que hace 400 años se siguen buscando nuevas rutas comerciales a Asia, el continente que aparece como la gran potencia mundial de este siglo.
Tumaco es el lugar preciso para dejar la rutina caminar por sus calles pulidas por la brisa salada y las olas de un mar oscuro con matices más poéticos y tranquilos que el de Santa Marta o Cartagena. El oleaje del mar sobre las playas encierra un aire romántico y bohemio que matizados con el magistral sonido de la Marimba su majestad el Piano de la Selva y el ritmo de los tambores, los cununos y los guasas vagan por los esteros y costas haciendo de esta tierra La Perla del Encanto Pacífico que atrapa y embruja con su sin igual belleza paisajística. Entre los lugares que conforman el patrimonio mágico de los tumaqueños se cuenta el Arco del Morro, las playas del Bajito y Bocagrande.
A corta distancia de la Perla del Pacífico existen un sin número de islotes y cayos. Los esteros del Río Mira conducen a una de las grandes e incalculables riquezas naturales que posee la región: El Manglar lugar donde el agua dulce del río se une con el mar para producir una vegetación con una especial riqueza biológica y de magistral belleza donde se anida la vida de una gran variedad de especies: Moluscos, crustáceos, peces y toda clase de aves migratorias. Los esteros destilan una tranquilidad especial y despiertan una alegría sutil que muchas veces es oculta para los habitantes de la zona urbana.
Tumaco la tierra de Willington Ortiz, Carlos “La Gambeta” Estrada, Jairo “El Tigre” Castillo, Leider Preciado, Pablo Armero entre otros; es sin duda alguna otro paraíso exótico anclado en el mar de balboa que abre las puertas al mundo.
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